Aquest es el segon premi del Jocs Florals 2012 de la UEC anomenat "Un fin de semana intenso", que li vam otorgar al Nacho.
Llevo mucho tiempo esperando el día de volver a visitar
Menorca, estoy enamorado de esa isla. Ya fui cuando tenía 7 años, con mi madre y mi hermana
Carla. Fue inolvidable y desde aquel viaje tan increíble he deseado volver. Ha
llegado el día, mi hermana mayor, Paloma, me prometió que nos iríamos un fin de
semana a Menorca. Cogeremos un avión a las 6 de la mañana, hemos alquilado un
Audi A1 para cuando estemos allí. Estoy muy impaciente, quiero llegar ¡YA! El
meteosat ha informado de que va a hacer un tiempo esplendido. Hemos salido de
casa, son las 3 de la mañana, tenemos 2 horas hasta Barcelona, no lleva mi
madre. Llevamos una maleta, queremos llevar lo justo, solo lo necesario.
Emprendemos el viaje, me voy a poner a dormir para que se me haga más corto.
De repente ya estamos en Barcelona, son las 5:30, solo
faltan 30 minutos para que despegue el avión, estamos llegando al aeropuerto
del Prat. Hacía mucho tiempo que no viajaba en avión. Tengo muchas ganas de
volar, verlo todo desde otro punto de vista. Entramos al aeropuerto, estamos
metiendo el equipaje, faltan 15 minutos ¡que nervios! Nos despedimos de mi
madre y entramos en el avión. Nos piden que nos abrochemos el cinturón. Vamos a
despegar, me he comido un chicle para que no me hagan daño los oídos. Ya
estamos volando, observo el paisaje, es precioso, pero no puedo evitar pensar
en Menorca, en sus playas, su comida, su tiempo… Me vuelvo a dormir y cuando
despierto solo quedaban 10 minutos. Me vuelvo a comer otro chicle al aterrizar,
el cambio de altura fastidia mucho los oídos.
Ya hemos aterrizado, ¡que sol más radiante! Que ganas
tengo de llegar al hotel, pero antes de todo hemos de recoger el equipaje. Hoy
es un día de suerte, solo han pasado 5 minutos y ya han salido nuestras
maletas. El coche nos espera fuera, un Audi A1 blanco, es precioso. Nos dan la
llave y empezamos la aventura. Vamos al hotel, pedimos la llave de nuestra
habitación y vamos a dejar las maletas. ¡Madre mía! ¡Qué habitación más bonita!
Hay dos camas de matrimonio, un lavabo enorme, con una bañera que tiene pinta
de ser súper cómoda y relajante, también hay una tele “Samsung” de 23 pulgadas.
Tiene unas vistas preciosas, se ve el mar… no tiene fin… hay veleros por todas
partes, da gusto estar en esta isla. Vamos a dar una vuelta y así buscamos un
sitio donde comer. Estamos hambrientos, llevamos muchas horas viajando, de un
lado para el otro. Hemos hecho una pequeña bolsa con las toallas, los
bañadores, la cámara de fotos, la crema solar y las gafas de sol.
Estamos paseando por la playa, hay muchas paraditas, nos
hacemos fotos por todas partes. Entramos en un chiringuito para ver cuánto
cuesta el menú de día. Son 10€ primer plato, segundo plato, postre y bebida.
Decidido, aquí nos quedamos. Hemos pedido paella los dos, de segundo salmon
acompañado con unas sardinitas y de postre un sorbete de limón. Después de
comer iremos a tomar el solete y ponernos morenitos mientras hacemos la
digestión, después… ¡Al agüita se ha dicho! El agua es cristalina,
transparente, está a una temperatura perfecta, jugamos a las palas en la orilla
mientras nuestros pies se mantienen frescos bajo el agua. Se está haciendo
tarde, después de pasar la mitad de la tarde disfrutando del sol y la playa,
nos vamos a tomar un helado por ahí. Un helado de 3 bolas, de chocolate blanco,
strattiatela y vainilla con cookies.
Empieza a anochecer, estamos cambiándonos, ahora entrare
en la ducha. A las 10 hemos pensado de ir a cenar y luego a algún pup o dar una
vuelta para conocer sitios.
Después de comernos un frankfurt en un bar, nos ponemos
en busca de algún pup. Caminando contemplamos las esculturas de arena que hacen
artistas en la playa, compramos detallitos en puestecitos para nuestros
padres. ¡Oh! Un cartel enorme nos
deslumbra, es azul con neones por los lados, tiene buena pinta, es un bar
musical, o sea, un ¡PUP! Entramos, está lleno de gente, hay otra sala donde hay
un karaoke. Vamos a la barra, mi hermana se ha pedido un gintónik, yo me estoy
pidiendo un mojito bien fresquito. Bailamos y bebemos, conocemos gente, la
mayoría tienen más de 18 años, pero les caigo bien. Cuando nos damos cuenta ya
son las 4 de la mañana. Ya va siendo hora de volver al hotel. Mañana solo
podremos estar por la mañana y un rato de la tarde, porque a las 5 cogemos el
avión para volver.
Llegamos a la habitación y de cabeza a la cama, me duelen
los pies, estoy un poco mareado, me han invitado a beber y no voy muy sereno…
Mañana será otro día, tenemos que aprovecharlo. Buenas noches Menorca…
¡Buenos días Menorca! Son las 10 de la mañana, estoy como
nuevo. Cogemos el coche y nos vamos a unas calas donde hay rocas enorme y
altas, me encanta porque me puedo tirar desde arriba de la roca. Veo los peces,
nadando, las algas moviéndose, los rayos de sol penetrando en el agua. ¡Es todo
precioso! Después de estar una hora tirándome la comida para no perder tiempo
en buscar sitio para comer. Hemos hecho ensalada de pasta. Comemos y me vuelvo
al agua, sacamos las palas pero mientras mi hermana se coloca para jugar, le
traiciono y la tiro al agua, ella me agarra y me voy al agua después de ella.
Se ríe y empieza a ahogarme, nos lo estamos pasando genial, pero la diversión
no es eterna. Ya son las 3, hemos de volver al hotel para arreglarlo todo.
Antes de irnos hemos de devolver el coche, ya le había
cogido cariño… Son las 4:30, vamos al aeropuerto, ponemos el equipaje en la
cinta y entramos en el avión, ha sido un fin de semana inolvidable, y muy
movido. Voy a echar de menos el agua de esa isla, su gente, su comida, su
ambiente, su noche. ¡Voy a echar de menos Menorca! Despegamos, me voy a dormir,
cuando despierte volveré a estar en casa, no quiero volver, pero todo
acaba… Tengo ganas de ver a mis padres y
mis hermanos, explicarles todo lo que hemos hecho, darles los regalos y
enseñarle todas las fotos que hemos hecho, llegó la hora de despedirse… ¡Adiós
Menorca!
Aventura